Se debe de tener en cuenta que las reacciones entre la fase
sólida y líquida del suelo son determinantes tanto del desarrollo de las
plantas, no olvidemos que los vegetales se nutren fundamentalmente a partir de
los iones presentes en la disolución del suelo, como de la calidad de las aguas.
Se debe llevar acabo estudios al suelo, los cuales son:
Caracterizar las áreas cultivables, incrementar la productividad y rendimiento
de los cultivos, prevenir la degradación del suelo y proteger y preservar la
calidad del suelo.
Si atendemos al suelo, de acuerdo con la FAO en 1980 solo el
11% de la superficie sólida de la Tierra corresponde a suelo agrícola idóneo. El
resto es demasiado seca, demasiado húmeda, demasiado superficial, está congelada
constantemente o desequilibrada químicamente.
Son muchas las utilizaciones que el hombre hace de la
superficie terrestre y en la mayoría de los casos afectan al suelo, como son:
agricultura, ganadería, pastos y bosques, extracción de minerales y de
materiales para la construcción, soporte para la construcción (red viaria,
edificios, embalses, depósitos o vertederos), eliminación de residuos (con
finalidades agrícolas o no agrícolas), espacio para actividades de ocio (parques,
zonas deportivas o campings).
La necesidad de preservar este medio ha hecho que distintos
organismos tanto nacionales como internacionales, dicten normativas encaminadas
a ello. Se ha de tener en cuenta que la degradación de los suelos repercute
directamente sobre la agricultura al afectar al rendimiento de los cultivos y a
los recursos hídricos, pero también afecta gravemente a otros sectores de la economía
y del medio ambiente.
Bibliografia : SUELO
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